martes, 25 de agosto de 2009

Cumplió 31 años el avión Arava

Es la nave insignia de los vuelos sanitarios en Salta

Cumplió 31 años el avión Arava

Es el único de su clase que opera en Argentina, pero reemplazarlo no es una tarea sencilla. Ya lleva realizadas 4.500 horas de vuelo efectivas. Para traerlo a la provincia recorrió el territorio de 12 países.


EL AVION ARAVA AGUARDA EN EL HANGAR ANTES DE PARTIR EN SUS MISIONES DE TRASLADO DE PACIENTES.


Más chico y más panzón que el moderno Lear Jet apostado a su lado, el Arava 102 descansa imponente en el hangar de Aviación Civil de la Provincia.

Su fuselaje intacto y un impecable interior no denotan los 31 años de servicio para los salteños que este avión biturbo hélice cumplió hace pocos días.

Cuatro mil quinientas horas de vuelo dice el registro que realizó desde que pisara por primera vez la pista del aeropuerto General Martín Miguel de Güemes, un 30 de abril de 1978, un número relativamente bajo si se tiene en cuenta la cantidad de años y el número de personas a las que trasladó en vuelos sanitarios.

Aunque algunas de sus funciones fueron superadas por los dos Lear Jet y los dos helicópteros que luego adquirió la Provincia, su uso continúa siendo indispensable en parajes difíciles de acceder para otros vehículos aéreos, como Los Toldos, San Antonio de los Cobres y Morillo.

"Esta es una de las máquinas STOL (Short Take-Off and Landing), que en castellano significa despegue y aterrizaje cortos, y que es ideal para pistas rudimentarias y cortas como muchas de las que tenemos en la provincia", explicó el titular de la dirección general de Aviación Civil del Gobierno de Salta, Ricardo Funes.

En los años ’70 ésta era la única nave con la que contaba Salta para trasladar pacientes, tanto desde y hacia el interior provincial como a Buenos Aires, donde se encuentran los centros de salud de alta complejidad. Dado que la autonomía de vuelo del Arava es de cuatro horas a 250 kilómetros por hora, los viajes a la capital del país se debían realizar en varios tramos.

"Los vuelos, que podían tardar hasta ocho horas, eran tortuosos para los enfermos que trasladábamos", recordó Funes, para luego agregar que, pese a ello, "llegaban", ensayando una especie de disculpa para el avión que se convirtió en insignia de los vuelos sanitarios en Salta.

Difícil de reemplazar

Las cinco aeronaves con que cuenta Salta realizaron 205 vuelos sanitarios, trasladando a 408 pacientes sólo durante el año pasado.

Sólo en el 10 por ciento de los viajes se utilizó el Arava, un claro indicador de que cada vez se emplea menos a esta treintañera máquina.

De acuerdo con el director de Aviación Civil, sostener a la aeronave en condiciones de operatividad requiere una importante inversión dadas las dificultades que existen en el mercado para conseguir repuestos. Sucede que éste es el único Arava que opera en Argentina en la actualidad. "Mantenerlo cuesta 70 mil dólares al año con un promedio de 150 horas de vuelo, mientras que el Lear Jet implica un gasto de 100 mil dólares, pero vuela 450 horas", explicó Funes, quien pronosticó que "lamentablemente, en algún momento se producirá un quiebre en su sostenimiento. Duele, pero es así, es inevitable encariñarse con estos aviones que nos han dado tantas satisfacciones", señaló.

Los 31 años de actividad sumados a los costos de mantenimiento parecieran no ser la ecuación perfecta, pero reemplazar al Arava no es una tarea sencilla.

La topografía y el clima de Salta requieren de un avión STOL polivalente, es decir, que sirva tanto como avión para transporte de pasajeros como de carga y de ambulancia.

Los pilotos salteños trataron de encontrar una aeronave que reuniera estas características.

En un primer momento dirigieron su mirada hacia un Twin Otter, pero las elevadas temperaturas de verano y la altura hicieron que, por ahora, lo descartaran. La segunda opción fue un avión de fabricación checa, pero hasta el momento existen sólo 15 unidades en el mercado.

Para el director de Aviación Civil, "lo mejor es espera a ver cómo se desenvuelve", precisó el experimentado piloto.

Características

El IAI Arava es un avión de transporte utilitario, de características STOL, construido en Israel por Israel Aircraft Industries (IAI) a finales de la década de los años 60.

El primero de los dos prototipos IAI 101 Arava efectuó su vuelo inaugural el 27 de noviembre de 1969. Configurado como monoplano de ala alta, tiene los semiplanos fijados al fuselaje, que es de sección circular. Este pequeño del aire está propulsado por dos turbohélices emplazados en el borde de ataque de las alas.

Su tren de aterrizaje es fijo, triciclo y especialmente diseñado para operar desde pistas poco preparadas.

Durante las inundaciones del río Pilcomayo, sucedidas en el verano de 2007, este avión tuvo una destacada tarea para llevar mercaderías y pacientes desde Santa Victoria hacia el aeródromo de General Mosconi. Así las cosas, todo pareciera indicar que pese a sus 31 años y a las 4.500 horas de vuelo que lleva cumpliendo, el Arava continuará siendo "el gordo lento" que asista a los habitantes de los lejanos parajes de Salta.

La historia del primer vuelo que realizó

Cuando la provincia de Salta decidió adquirir el Arava a la compañía Israel Aircraft Industries, debió sortear un difícil problema: cómo traerlo.

"Lo más sencillo hubiera sido cruzar el Atlántico, pero la autonomía de vuelo no nos lo permitía", recordó Eduardo Lepore, uno de los dos técnicos de mantenimiento que viajó hasta Israel para traer la aeronave en 1978.

Aunque con un itinerario mucho más largo y engorroso, Groenlandia se convirtió en la solución al problema. Así, el Arava partió el 14 de abril de Israel con 15 escalas hasta su destino final, en Salta. Grecia, Francia, Escocia, Islandia y el territorio groenlandés fueron los aterrizajes y despejes del Arava antes de tocar tierra en el continente americano. Luego, desde Canadá en adelante, el llamado "poroto volador" se posó cuatro veces en suelo estadounidense: en Bangor, Manhattan, Carolina del Norte y Miami, para luego continuar hacia Haití, Panamá, Ecuador, Perú y Chile.

Desde allí partió rumbo al aeropuerto Martín Miguel de Güemes.

"Los 16 días del viaje fueron realmente duros y se realizaron principalmente sobre el agua", explicó Lepore, para quien las características de la nave y la utilidad que se le dio luego "hicieron que todas las peripecias valieran la pena". "Cuando llegamos a Islandia hacía 26 grados bajo cero y tuvimos que quedarnos dos días y medio esperando que las condiciones mejoraran para poder despegar", rememoró Lepore, evocando aquella hazaña que llevaron adelante los pilotos Reinaldo de Lucía y José Teruelo, junto a los técnicos de mantenimiento José Ogara y Eduardo Lepore.

[nota de El Tribuno]



Recuerdo que la primera vez que volé en este avión fue junto a mi hermano y mi primo, y muchos otros chicos en la ciudad de Salta.

Fue para la visita de los Pucará de la fuerza aérea que realizaron actividades en el aeropuerto M.M. de Güemes. Fue un jornada a puertas abiertas en aquel aeropuerto donde toda la gente pudo acercarce a las decenas de pucaras apostados sobre una pista del aeropuerto.

Luego las actividades se trasladaron al día siguiente al Aero Club donde habia un festival de paracidismo y la presencia de los Pucará. Y fue ese día, donde el "huevito" volador, pintado con los antiguos colores de la flota de Aviación Civil Salta, Blanco, Celeste y Azul nos llevó a dar una esplendida vuelta por Salta antes de anochecer.

Esta nota de El Tribuno esta muy buena, porque revaloriza este hermoso avión que sirvió tanto tiempo a los salteños y lo hace hasta hoy, en lugares dondo otros aparatos no podrían. Aunque le faltó reseñar aquel famoso incendio que lo dejo inactivo un tiempo, está bueno todo lo que cuenta. Tanto, que me hizo volver en el tiempo y hacerme acordar de esos días en el aero club Salta.

Prometo subir un video con todas las fotos que tengo que este avión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no es el único en la provincia de tiera del fuego hay uno el famoso huevito de la ex YPF